Nos encontramos viviendo
una situación extraordinaria debido a la pandemia COVID-19, el coronavirus, que
ha ocasionado una alerta sanitaria. Una de las medidas más efectivas para
evitar contagiarnos y colapsar hospitales es quedarnos en casa, cambiando de
forma drástica la rutina de todas las familias españolas. Esta indicación de
quedarnos en casa puede ser especialmente compleja cuando se comparte domicilio
con una persona que tiene Alzheimer u otro tipo de demencia; ya sea porque
tiene mayor dificultad para entender la nueva situación, o porque presenta
alteraciones de conducta.
Para facilitar la
convivencia con un familiar con demencia, queremos daros varias
indicaciones para hacer más confortable vuestro día a día:
ESTABLECER
NUEVAS RUTINAS CON NUESTRO FAMILIAR. En estos
momentos todos tenemos que adaptarnos a una nueva situación, pero en el caso de
las personas con demencia puede desembocar en una especial desorientación, y
como consecuencia tristeza o irritabilidad. Disponer de una rutina estructurada
les ayudará a distinguir los diferentes momentos del día y transmitir cierta
estabilidad. El cuidador será quien deba organizar esta nueva rutina con:
- Planificación del día por horas, diferenciando la mañana de la tarde y de noche. Resulta positivo fijar una hora concreta a la que despertarse (sin necesidad de madrugar), comer y dormirse. Las mañanas se pueden dedicar a tareas domésticas, y la tarde a actividades más ociosas o llamadas telefónicas a la familia. La persona con demencia puede ayudar con algunas tareas sencillas como barrer, regar las plantas, doblar ropa o poner la mesa. Debemos tener paciencia con los familiares pues realizar alguna tarea en casa ayuda a que se sientan útiles y que con ello aumente su autoestima.
- Asearse y vestirse todos los días, aunque no se salga de casa. Así evitamos caer en la apatía o tristeza por falta de cuidado personal.
- Ratos para hacer ejercicio físico, realizar estimulación cognitiva o realizar actividades creativas (dibujar, ganchillo…). Con ello facilitamos que la mente y el cuerpo continúen activos mejorando el estado de ánimo.
TRABAJAR EN EL
BIENESTAR. Para transmitir serenidad a las personas
con demencia, antes se debe trabajar en encontrarse bien uno mismo. El estrés y
la ansiedad es fácil que aparezcan en estos momentos de confinamiento, donde se
pasa la totalidad del tiempo siendo cuidador. Podemos controlar la ansiedad
mediante técnicas de relajación o realizando alguna actividad que resulte
agradable a lo largo del día (escuchar nuestra canción favorita, cocinar algo
sabroso, ver un programa de televisión…). Se trata de cuidarnos para seguir
cuidando a los demás.
REALIZAR ALGUNA
ACTIVIDAD CON LA PERSONA AFECTADA DE DEMENCIA. Compartir alguna actividad placentera en conjunto puede
favorecer un estado de ánimo positivo para ambos, a la vez que se reduce el
sentimiento de abandono. Quedarse en casa puede ser una oportunidad para mirar
álbumes de fotos juntos, jugar al dominó o realizar actividades creativas en
conjunto; sin prisas ni presiones externas. Debemos incentivar las actividades
nosotros para vencer la falta de motivación y tristeza.
MANTENER
RELACIONES SOCIALES. Hoy en día es cada vez más fácil
estar en contacto con nuestros seres queridos gracias a los teléfonos móviles y
a las vídeo-llamadas. Puede ser un momento para conectar con otras personas o
desahogarnos. Las personas con demencia también necesitan hablar con los demás,
somos todos seres sociales.
EL PODER DE LA
MÚSICA. La música tiene un gran poder para
tranquilizar y mejorar el estado de ánimo. Cantar, bailar o simplemente
escuchar una canción que haya sido importante en el pasado, puede funcionar
como un calmante y elevador del ánimo. Pensar en varias canciones que sean
significativas para la persona con demencia puede servir para calmarle en
momentos difíciles, distraerlo o simplemente pasar un rato divertido.
SALIR A LA
VENTANA. Una distracción para el día a día puede ser
salir a la ventana en diferentes momentos del día, sirviendo esta actividad
para orientar a la persona con demencia (por la mañana hace sol, por la tarde
anochece, por la noche hay estrellas) o para simplemente dirigir la mirada más
allá del confinamiento en casa. Se puede disfrutar del aire y de los rayos de
sol, escuchar los sonidos de la calle o los pájaros, obteniendo con ello un
estado de ánimo más positivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario