Se entiende por higiene postural, todas aquellas normas que sirven para evitar los “vicios” posturales adquiridos durante el desarrollo de las actividades de la vida y el trabajo diario. Nos ayuda a transformar las posiciones que aunque nos parezcan más cómodas o descansadas, están afectando de manera negativa a nuestra salud física.
Por ello, es importante siempre mantener buenas posturas para evitar posibles lesiones cuando realizamos transferencias y movilizaciones con nuestro familiar.
Lo primero que tiene que procurar el cuidador es concienciarse de lo importante que resulta cuidarse a sí mismo, para poder seguir prestando esa ayuda tan necesaria para la persona en situación de dependencia.
Aquí os dejamos unas pautas, que esperamos os sirvan de ayuda:
Consejos para cuidarse usted:
- Proteja su espalda, utilizando las posturas correctas para movilizar a la persona que ayuda y también, para su día a día.
- Procúrese un entorno lo mas cómodo posible.
- Infórmese de los productos de apoyo disponibles para ser usados por usted, y que puedan aliviar su carga física.
- Analice la situación y adapte sus cuidados a la evolución de la enfermedad.
- Infórmese de los recursos que existen en su comunidad autónoma para apoyarle.
- Pida ayuda a familiares, profesionales sanitarios y servicios sociales.
- No se aísle. Procure mantener sus relaciones sociales fuera del entorno de cuidados.
- Manténgase en forma. Camine regularmente, haga una tabla de ejercicios, estiramientos, incluso trabaje su estado y agilidad mental.
- Fórmese. Le vendrá bien que alguien desde fuera le recuerde (aunque ya lo sepa), como tiene que hacer algunas cosas.
- No se abandone y vigile su salud. Acuda al médico si lo necesita.
Consejos para cuidar mejor:
- Dele seguridad a su familiar, contándole y explicándole que va a hacer.
- De tiempo suficiente para realizar la actividad.
- Adapte el entorno donde presta los cuidados, eliminando mobiliario innecesario o en mal estado.
- Planifique los movimientos para evitar caídas.
- Adecue el cambio de cambios posturales a las necesidades de la persona a la que atiende.
- Mantenga la alineación corporal de la persona dependiente en las movilizaciones y cambios posturales.
- Favorezca e incentive la actividad de la persona a la que ayuda, permitiéndole colaborar siempre.
- Proporcione productos de apoyo antes que ayudar, y anímele a que los utilice. Esto le hará más independiente.
- Preste ayuda cuando realmente lo necesite.
- Observe cualquier variación diaria y adapte sus cuidados a ello.
Buenas prácticas durante la movilización:
- Intenta mantener tu piel y la de tu familiar seca para evitar lesiones por fricción.
- Intenta hacer fuerza con tus piernas y no con la espalda a la hora de levantar o movilizar a la persona dependiente. Para ello, separa los pies, para tener una mayor base de apoyo y pisa con toda la planta del pie y no de puntillas.
- Mantén a la persona dependiente cerca del cuerpo, sin extender en exceso los brazos.
- Realiza los giros sobre tus piernas y no sobre el abdomen y espalda.
- Evita la inclinación de tronco hacia delante con extensión de rodillas, ya que esta postura resulta muy perjudicial para la espalda.