viernes, 11 de septiembre de 2020

TRABAJO EN EQUIPO

 


Como ya sabemos, la Enfermedad de Alzheimer es la forma de demencia más frecuente. De inicio insidioso y evolución gradual, que se caracteriza por una afectación de múltiples funciones neurocognitivas y motoras.

En la actualidad, no existe ningún tratamiento que logre curar o revertir la enfermedad, pero si, disponemos de tratamientos que tratan de ralentizar su avance, controlar sus síntomas y mejorar en la medida de lo posible, la calidad de vida de la persona afectada.

Nos enfrentamos a una patología, que no sólo afecta a la persona que la sufre, sino también, y de manera muy significativa, a la familia, la cual va a tener que ir afrontando el deterioro de la persona y su progresiva necesidad de ayuda a medida que ésta avanza.

Por todo ello, es necesaria una intervención integral, que abarque todas las áreas y dimensiones de la persona y la de sus familias, desde el inicio de la enfermedad hasta las últimas fases.

Es aquí, donde radica la importancia de una atención multidisciplinar, cuyos profesionales trabajen de una manera coordinada, integrada e interconectada, en torno a un plan de atención individualizado, con objetivos comunes y compartidos.

En el artículo de hoy, quiero hacer mención y aportarle su debida importancia a lo que, durante siempre, pero especialmente en los últimos meses, ha cobrado especial sentido, el TRABAJO EN EQUIPO.

Trabajadoras sociales, terapeuta ocupacional, psicóloga, fisioterapeutas y auxiliar de enfermería. Todos ellos trabajan día a día, cara a cara, con la persona afectada y con sus familias, y no iba a ser menos ante esta situación.

Tuvimos que reinventarnos, imaginar, planificar, desarrollar diferentes estrategias y técnicas de trabajo que nos permitieran seguir adelante, adaptándonos a las circunstancias. Nos pusimos a ello, con incertidumbre pero también con esperanza e ilusión, y las llevamos a cabo utilizando medios, poco usuales en nuestras profesiones, pero esperando cumplir todos nuestros objetivos, y sobre todo, intentado cubrir todas esas necesidades tan importantes para nuestras familias.

Con todo ello, hemos logrado llegar a septiembre, mes del Alzheimer, un mes para reinvindicar, para luchar con más fuerza si cabe, un mes solidario y muy especial para nosotros, y por fin, reabrir nuestras puertas, retomando nuestra actividad presencial, aun con más ganas.

Así que especialmente en esta ocasión, solo decir, GRACIAS EQUIPO.