Preparados para la vuelta, con las mismas ganas y el mismo entusiasmo de siempre, con los nervios en el estómago que nos provocan las ganas de hacerlo lo mejor posible, las ganas de ayudar y acompañar a las personas afectadas por Alzheimer y Parkinson y a sus familias, en este camino tan duro.
Pero estamos preparados, contamos con mascarillas, pantallas, gel, espacio suficiente para mantener la distancia de seguridad y un Plan de Contingencia en el que recogemos todas y cada una de las medidas que vamos a llevar a cabo.
Estamos preparados para continuar, porque hay que seguir adelante y avanzar, los tratamientos no pueden parar, el Alzheimer y el Parkinson no paran y nosotros tampoco. La falta de psicoestimulación y actividad física ya han pasado factura y muchas personas se han visto afectadas, disminuyendo su autonomía, aumentando las alteraciones de conducta, empeorando su capacidad de comunicación, de orientación y un largo etcétera.
Seguiremos luchando y ofreciendo servicios y actividades para personas afectadas por Alzheimer y Parkinson y adaptándonos a las circunstancias que surjan.