Todos hemos escuchado en alguna
ocasión que la enfermedad de Alzheimer es la principal causa de demencia en
todo el mundo. Pero también es cierto que es la enfermedad que mayor
discapacidad genera en España.
Según la Sociedad Española de
Neurología (SEN) en España actualmente hay unas 800.000 personas que la sufren
y cada año se diagnostican unos 40.000 casos nuevos.
A estos nuevos casos no se les
suman aquellos que aún no han sido diagnosticados por ser muy leves y no tener
una sintomatología visible y significativa.
Con la situación vivida en los
últimos meses en España por el coronavirus, el confinamiento y la pérdida total
de rutinas, muchas familias se han dado cuenta de que alguno de sus seres
queridos comenzaba a presentar ciertos problemas que hasta ahora habían pasado
desapercibidos.
Y es que, aunque esta enfermedad
se manifiesta y avanza en cada persona de una manera diferente, sí que existen
unos signos que podrían ayudarnos a detectar que algo pasa.
Estos signos son:
- Dificultades en la memoria que dificultan la vida cotidiana (olvidos frecuentes, preguntas o conversaciones repetidas).
- Dificultades para planificar o resolver problemas (por ejemplo no saber planificar las comidas de la semana).
- Dificultades para realizar tareas cotidianas en casa, como no mantener un nivel de limpieza adecuado.
- Desorientación.
- Dificultades para comprender lo que se ve descartando déficit visual.
- Dificultades para seguir una conversación. Olvido de palabras (que por ejemplo te digan “dame eso de escribir” en lugar de lápiz).
- Problemas para escribir.
- Cambios en el estado de ánimo (tristeza, enfado).
- Abandono de actividades significativas a consecuencia de las dificultades para realizarlas.
La detección precoz es muy importante
para retrasar el avance de la enfermedad. Cuanto antes se comience a tratar, el
impacto en la calidad de vida del enfermo y su familia será menor.
Por ello es muy importante
informar al medico de lo que ocurre para que pueda derivar al servicio de
Neurología.
Por último, no olvidéis que
existen organizaciones que trabajan a diario para ayudar a estos enfermos y sus
familias. AFAV es una de ellas, teniendo amplia experiencia en el tratamiento y
apoyo de esta enfermedad.
Así que recordad, NO ESTÁIS SOLOS,
siempre habrá alguien dispuesto a ayudaros.