El duelo se trata de la respuesta de adaptación ante la pérdida de una persona, animal, objeto e incluso de un evento. En la actualidad, el COVID-19 nos ha enfrentado ante varios duelos simultáneos, pues nos vemos ante la imposibilidad de movernos de nuestro domicilio, sumado a que son varias las personas que han perdido a un familiar o a un conocido debido al coronavirus. Despedirse de un ser querido suele ser difícil, y esta situación de alerta sanitaria internacional solo hace que complicar el luto al poner distancia física entre las personas. Está cambiando nuestra forma de afrontar y experimentar el mundo.
Se suele hablar de varias fases del duelo cuando una persona fallece, siguiendo el famoso modelo de Elisabeth Kübler-Ross:
1. FASE DE NEGACIÓN. Resulta usual que ante una mala noticia la primera reacción sea negarla (“No puede ser”, “Esto no está pasando”).
2. FASE DE IRA. A la fase de negación suele seguirle el enfado al tomar contacto de lo que está ocurriendo (“¿Por qué me ha tenido que pasar a mí?”, “¡No es justo!”).
3. FASE DE NEGOCIACIÓN. En algunos casos aparece un intento de negociar con la situación, tratando de retrasara o impedirla, aunque sea irremediable (“¿Qué hubiera pasado si...?”).
4. FASE DE TRISTEZA. Al comprender que se trata de algo irremediable comienzan a aparecer sentimientos de tristeza y pena (“Nada tiene sentido”). Es necesario pasar por esta etapa para sanar y superar el duelo, no debemos de asustarnos si la estamos sufriendo o si un ser querido está atravesándola. Hay que ser paciente con quien la sufre y con uno mismo.
5. FASE DE ACEPTACIÓN. El afrontamiento de la pérdida finaliza con la aceptación y capacidad de reflexionar sobre el suceso. No significa que estemos conformes con la pérdida, sino que hemos sido capaces de asumirla.
Para la superación del duelo es esencial poder disponer de apoyo emocional e instaurar poco a poco rutinas. En un inicio toda la energía irá destinada hacia dentro de uno mismo para superar la pérdida, y solo poco a poco se podrá disponer de fuerzas para realizar actividades. Ser paciente, cariñoso y constante es lo mejor que podemos hacer por un ser querido que está pasando por un proceso de duelo. Y cuando el duelo lo estamos sufriendo en nuestras propias carnes, disponer de un buen círculo social que ofrezca apoyo resulta el mejor factor de protección. Progresivamente volverán las ganas de comer, las ganas de hacer actividades con las que antes se disfrutaba, y con el paso de los días se reflexionará sobre que aunque el mundo ha cambiado, hay razones por las que continuar caminando.
CÓMO AFRONTAR LA MUERTE DE UN SER QUERIDO DEBIDO AL CORONAVIRUS
Ahora bien, ¿Cómo apoyar a un ser querido cuando no se puede estar físicamente junto a él?, o ¿cómo despedirse de alguien importante cuando se está en soledad?
Desde AFAV vamos a daros unos breves consejos para no sentiros tan solos ante el dolor:
1. SI HAS PERDIDO A ALGUIEN. Debido al Estado de Alarma, ante el fallecimiento de una persona hay que añadir al dolor de la pérdida, la imposibilidad de despedir a esa persona tan importante como hubiera gustado. En la mayoría de los casos no es posible visitar al familiar en el
hospital, velarle o incluso acudir al entierro; dificultando el proceso de asimilación de la muerte y del duelo. Es posible experimentar síntomas como dolor en el pecho, taquicardias, nudo en la garganta, irritabilidad, cambios de humor, etc. Pueden aparecer muchas preguntas o dudas, pero no seas duro contigo mismo pensando en lo que podría haber podido cambiar la situación. Nadie puede ver el futuro, no añadas más dolor a tu sufrimiento.
• Puedes realizar un ritual de despedida en tu domicilio, incluso hablarlo con otros familiares y realizar todos a la misma vez el acto. La importancia del ritual se debe a que nos permite conectar con el dolor, sentirlo y comenzar a poder elaborar la pérdida. Se puede escribir una carta al familiar a
modo de despedida y después leerla a los familiares, quemarla o más tarde llevarla al cementerio.
Otra opción es escribir un diario con los sentimientos a modo de desahogo, especialmente útil para las personas que viven solas. Habla con tus familiares, desahógate, quizás se podría realizar un acto
conjunto como soltar globos o poner un objeto en el balcón a modo de despedida. Por videollamada también es posible hacer rituales, que aunque no es lo mismo, sí nos permite comenzar a elaborar el proceso de duelo.
• Conecta con los recuerdos. Puedes utilizar fotos, vídeos o objetos, e incluso crear una caja de recuerdos. Algunas personas no son capaces al inicio de ver ni tocar nada del fallecido, y queremos transmitiros que es perfectamente normal. Cada persona necesita su tiempo.
• Cuida tu cuerpo. No te abandones. No dejes de comer sano ni de beber agua, pues no meter energía en nuestro cuerpo aumenta la sensación de malestar e irritabilidad. Si no se tiene apetito lo mejor es programar pequeñas comidas, pero al menos poder hacer tres al día. Elaborar un duelo requiere el consumo de mucha energía, y debemos tener algo de fuerzas.
• Comparte tus sentimientos. Es normal que varíe el estado de ánimo de manera brusca, pasando de la rabia al llanto. Habla con tus seres queridos y diles cómo te sientes. También puedes recurrir a atención psicológica telefónica o grupos de apoyo por Internet. Estamos más conectados que nunca.
Haz una lista de personas a las que quieras llamar, y respeta también los momentos en que desees estar en soledad.
• Realiza alguna actividad. Progresivamente se debe tratar de realizar alguna pequeña actividad para sacar a la mente del continuo de pensamientos sobre la muerte, descansando un tiempo de ese tipo de ideas para recobrar energía. Se puede ver una película, realizar tareas creativas, domésticas, escuchar música, hacer ejercicio...
2. SI TIENES QUE ACOMPAÑAR A ALGUIEN EN SU DUELO.
Pueden aparecer sentimientos de impotencia o tristeza al no poder estar físicamente presente junto a una persona querida que está atravesando un duelo, pero se puede ofrecer mucho apoyo y acompañamiento desde la distancia.
• Expresa tus sentimientos y transmite apoyo.
Transmitir el dolor ante la pérdida, mostrando apoyo es lo más importante que se puede hacer. Se deben evitar frases hechas como “Tienes que ser fuerte”, “Anímate un poco”, o “Ahora ya no sufre y está descansando”. Ese tipo de frases pueden hacer sentir a la persona doliente que no comprendemos
su dolor, provocando su enfado. La mejor frase es decir “Me gustaría poder estar junto a ti, puedes contar conmigo para lo que necesites” o incluso un “No tengo palabras para aliviar tu dolor”.
• Asegura el bienestar de la otra persona.
Sondea si se está alimentando y durmiendo adecuadamente. Anima a realizar alguna pequeña actividad como regar las plantas o ver alguna película.
• Sé comprensivo.
Quizás la otra persona no quiera hablar o esté en ocasiones de mal humor. Es importante dar tiempo, e incluso preguntar si no desea que se le llame todos los días por teléfono. Simplemente mandar un mensaje de texto por teléfono algunos días puede ayudar a aliviar el sentimiento de soledad de nuestro ser querido.
En cualquier caso instamos a pensar que ahora mismo estamos viviendo una situación excepcional, pero podremos volver a salir de casa y realizar la ceremonia que nos hubiera gustado realizar; así como acompañar a nuestros seres queridos y abrazarles.
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