miércoles, 29 de mayo de 2024

ATENCIÓN PSICOLÓGICA PARA FAMILIARES

 



El diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer y otras demencias supone el inicio de un proceso que no sólo afecta a quienes la padecen, sino también a sus familiares. En la mayoría de los casos, la atención directa y los cuidados de la persona afectada recaen en su familia, habiendo sido identificado este cuidado, como uno de los acontecimientos que más estrés puede producir en la vida de una familia y de cada uno de sus miembros.

A medida que la enfermedad avanza y la persona se va haciendo más dependiente, los familiares acusan una significativa sobrecarga, física, psicológica y emocional ya que las tareas de cuidado son diarias, continuas y requieren una dedicación exclusiva. Cuidar y atender las necesidades de su familiar, ahora dependiente, implica enfrentarse a una vorágine de sentimientos, cambiar muchas veces los planes de vida y enfrentarse a un proceso doloroso y largo. Es frecuente en estas circunstancias, que los familiares experimenten altos niveles de estrés, ansiedad y depresión. Ante esta situación, la atención psicológica tiene como objetivo ayudar a los cuidadores/as principales, a afrontar los desafíos que se les presentan en las mejores condiciones. A través de la intervención, pueden aprender estrategias para manejar el estrés, mejorar su bienestar emocional y encontrar apoyo en un entorno seguro y comprensivo.

El abordaje terapéutico se centra en tres niveles: cognitivo, fisiológico y conductual.  A nivel cognitivo se trabaja con técnicas de reestructuración cognitiva que ayuden a cambiar patrones de pensamiento negativo, entrenamiento para adquirir nuevas estrategias de afrontamiento, resolución de problemas y descarga emocional entre otras. A nivel fisiológico se trabaja para reducir la ansiedad a través de técnicas de relajación y respiración. A nivel conductual se trata de potenciar las actividades gratificantes, el descanso adecuado del cuidador/a y la petición de ayuda y recursos, siendo fundamental porque mejora el estado de ánimo y disminuye la ansiedad.

Por otro lado, los grupos de ayuda constituyen una herramienta útil y especialmente apropiada para la atención psicológica a los familiares cuidadores de personas dependientes debido a sus especiales características, circunstancias y a la problemática que presentan. El cambio que se produce gracias a la participación en un grupo psicoterapéutico es un proceso complejo que surge de la interacción entre las vivencias internas propias y las experiencias de relación con otras personas. La dinámica de grupo para familiares intenta contribuir a reparar los daños psicológicos producidos por los agentes estresantes de su periodo de la vida como cuidadores y trata de restablecer una mejor adaptación a las situaciones en las que viven. El grupo es un potente creador de esperanza, de confianza en sí mismos, que hace que los integrantes descubran recursos propios que no habían utilizado anteriormente o de los que no eran conscientes. En él, se tiene la oportunidad de ver a otras personas que cambian y que progresan, lo que transmite el mensaje de que es posible cambiar y adaptarse psicológicamente mejor a la tarea de cuidado, al adoptar nuevas actitudes y formas de percibir y valorar las circunstancias de la situación de dependencia y cuidado.

En resumen, la terapia psicológica puede ser una herramienta poderosa para ayudar a los familiares cuidadores de enfermos de Alzheimer y otras demencias a sobrellevar los desafíos emocionales que enfrentan. Al buscar apoyo profesional, los cuidadores/as pueden encontrar alivio, fortaleza y esperanza en su viaje de cuidado a largo plazo.

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