-
Buenos días, señora Carmen.
-
Buenos días.
-
¿Qué hace ahí parada? Se va a
quedar usted congelada.
-
Estoy esperando a mi hijo. Se
fue a comprar hace un rato, pero parece que se
retrasa –añadió la anciana, consultando su reloj.
-
No se preocupe, seguro que no
tardará. ¿Le importa que le haga compañía?
-
Gracias, hijo, no te
molestes. Seguro que tienes cosas mejores que hacer que acompañar a una vieja
como yo. Alguna moza afortunada te estará esperando…
-
No es ninguna molestia, se lo
aseguro. Nos sentaremos en este banco y esperaremos…
Y
Miguel, como cada mañana, se sentaba junto a su anciana madre, esperando a un
hijo que jamás estuvo tan cerca…
Antonio
Mas
Gracias Antonio por compartir con nosotros este precioso micro-relato, me ha sido imposible reprimir una lagrimita.
Quizás este vídeo sobre la misión del tiempo os sea de interés.
ResponderEliminarUn saludo.
http://www.verfractal.es/2013/08/psicotronica-karma-y-tiempo.html