lunes, 11 de septiembre de 2023

ESTIMULACIÓN COGNITIVA

 


La estimulación cognitiva o psicoestimulación permite mejorar o reforzar el funcionamiento de todas esas capacidades que se ven afectadas por demencias como la enfermedad de Alzheimer. 

A través de técnicas específicas, proporcionadas por profesionales especializados, se trabaja la memoria, la orientación, el lenguaje, la percepción, la atención o las funciones ejecutivas, consiguiendo mantener estas capacidades por más tiempo y por lo tanto manteniendo la autonomía e independencia de la persona.

Como es de esperar esto influye de forma muy positiva en la calidad de vida de la persona afectada y también en la de sus familiares. 

La enfermedad de Alzheimer provoca, en muchas ocasiones, el aislamiento de la persona que la sufre y la realización de la estimulación cognitiva en talleres grupales permite ampliar las relaciones sociales, establecer rutinas y motivaciones en el día a día y crear un espacio seguro e integrador. Todo esto mejora la autoestima de la persona y su estado de ánimo.

Muchos son los beneficios de la estimulación cognitiva, por lo que realizarla desde los primeros síntomas es fundamental para el bienestar de las personas afectadas.

viernes, 28 de julio de 2023

Síntomas psicológicos y conductuales en la demencia (quinta parte)



DESINHIBICIÓN

Las personas con demencia a veces muestran comportamientos que socialmente no están bien vistos. Por ej. Hacer gestos o comentarios groseros, desnudarse en público, tocarse o hacer insinuaciones de tipo sexual, pedir abrazos o besos a personas desconocidas…a medida que el deterioro avanza, algunos factores que generalmente inhiben la conducta sexual se pueden ver afectados, y la expresión de los deseos sexuales se hace mucho más abierta, y quizás de un modo inaceptable para las normas sociales habituales.​

¿Qué hacer?

  1. Reaccione con calma ante estas conductas, no le regañe. Recuerde en esos momentos que actúa así debido a su enfermedad.
  2. Dígale de forma suave pero firme que su comportamiento en ese momento no es el más adecuado y distráigale.​
  3. En ocasiones el hecho de que se desnude en público está provocado por tener calor, por resultarle incómoda la ropa que lleva, etc. Analizar estos aspectos y tenerlos en cuenta.​
  4. Pensar que, aunque estas situaciones nos pueden hacer pasar un mal rato en público y provoca que tengamos que dar más explicaciones de las que nos gustaría, debemos aceptar este tipo de conductas, entendiendo que son parte de la enfermedad, intentando normalizarlas para tratar de llevarlas mejor.​

DEAMBULACIÓN ERRANTE/VAGABUNDEO/​CONDUCTA MOTORA SIN OBJETIVO​

Cuando hablamos de demencia es normal que los familiares cuenten que la persona se ha extraviado en más de una ocasión, que deambula sin rumbo por la casa y que abre cajones y armarios, desordena y vuelve a colocar objetos sin un claro objetivo. Este comportamiento puede responder a la necesidad de realizar actividad y/o a la inquietud que se da en el mismo proceso de la enfermedad. También puede responder a un sentimiento de volver a “su casa” anterior en su vida, o al sentimiento de volver “al trabajo” o a alguna actividad anterior (cuidar de los hijos pequeños, por ejemplo).​

¿Qué hacer?

  1. En ocasiones esta conducta tiene que ver con una baja actividad y es el sentimiento de inactividad y de aburrimiento el que la provoca; otras veces puede tener relación con alguna incomodidad física, necesidad de ir al baño, dolor u otra enfermedad.
  2. Fomentar la actividad física diaria en la medida de lo posible.​
  3. Mantener a la persona activa puede reducir la inquietud y mejorar este tipo de conductas.​
  4. Intentar involucrar a la persona en las actividades del día a día que todavía puede realizar, como doblar la ropa, barrer, poner la mesa...​
  5. Establecer rutinas​.
  6. Ofrézcale ir al servicio cada cierto tiempo, por si el hecho de querer ir al baño y no saber cómo o dónde está fuese la causa de su inquietud​

 

jueves, 27 de julio de 2023

Síntomas psicológicos y conductuales en la demencia (cuarta parte)



DELIRIOS/SUSPICACIA/DESCONFIANZA/​CONFUSIÓN

La pérdida de memoria, pérdida auditiva y la confusión pueden hacer que una persona con demencia perciba las cosas de manera errónea y malinterpreten lo que ven y oyen.​

A medida que la enfermedad progresa con frecuencia la persona no es capaz de reconocer personas y lugares y elabore historias “falsas” que ella vive como si fueran reales.​

Ej: “ La cuidadora me roba o la cuidadora me quiere envenenar…”.​

¿Qué hacer?

  1. Tratar de reaccionar con calma y no poner nervioso al enfermo
  2. Intente tranquilizar a la persona, pero no insista en la irrealidad del asunto, ya que podemos provocar mayor inquietud e incluso agresividad por su parte.
  3. Evite regañarle y utilizar el "NO". Es mejor usar frases como "yo creo", "creo que es mejor", etc.​
  4. Si ese delirio no le provoca inquietud emocional, permita que su familiar lo exprese, escúchele y luego cámbiele de tema.​
  5. Si usted es parte implicada en el pensamiento delirante, intente que otra persona intervenga para reconducir su atención a otra conversación o actividad.​
  6. Actividades como ayudar en tareas del hogar, ayudar a preparar la comida o cualquier otra cosa que sea de su agrado, le ayuda a orientarse en la realidad y puede reducir la intensidad del delirio en ese momento. ​

AGRESIVIDAD/AGITACIÓN/IRRITABILIDAD/​OPOSICIONISMO

Algunos pacientes pueden presentar agresividad verbal y/o física sin razón aparente y de manera repentina. Otros responden de esta manera ante situaciones que les generan frustración. En ese sentido, es muy importante identificar las situaciones que pueden llevar a la persona a ponerse agresiva ya que saberlo nos ayudará a prevenirlas. La persona con demencia muchas veces reacciona con agresividad porque se siente amenazada, al haber perdido la capacidad de interpretar el entorno o las cosas que nosotros hacemos.​

¿Qué hacer?

  1. Mantener siempre la calma y mostrarse tranquilizador. Háblele despacio, con un tono de voz suave. Ponerse nervioso o utilizar la fuerza para controlarle normalmente lo que hace es aumentar su agresividad.​
  2. Evite la confrontación. No discuta. Es mejor intentar distraerle.
  3. Evite la sobreestimulación ​ (por ejemplo, ruidos fuertes).​
  4. Intente identificar qué situaciones de manera reiterada le provocan este tipo de conductas, para tratar de evitarlas.​
  5. Ofrézcale actividades que le ayuden a canalizar esa agresividad o inquietud. Por ejemplo, algún ejercicio físico (caminar, bailar, etc.).​
  6. Como cuidador, en la medida de lo posible, no afronte los momentos de conflicto solo.