jueves, 5 de junio de 2025

Cuidar a una Persona con Alzheimer en Verano: Consejos Clave para una Estación Segura y Tranquila

 


Evita las horas de máximo calor

Las personas con Alzheimer pueden tener dificultad para identificar cuándo tienen calor o sed. Por eso es fundamental evitar salir a la calle en las horas de más calor y buscar lugares frescos y a la sombra.

Mantén una buena hidratación

Con el aumento de las temperaturas, aumenta también el riesgo de deshidratación, por ello es importante: ofrecer agua o líquidos frescos cada 1-2 horas, aunque no lo pidan, evitar bebidas con cafeína o alcohol y complementar con frutas con alto contenido de agua (sandía, melón).

Ropa cómoda y adecuada

La ropa en esta estación debe ser ligera, de tejidos naturales como el algodón, y de colores claros. No olvides: Gafas de sol y sombrero o gorra si se sale al exterior y calzado fresco y cómodo que evite caídas.

Rutinas estables y entornos familiares

Los cambios pueden generar confusión. Si se planean viajes o vacaciones es importante mantener horarios similares a los habituales (comidas, descanso, medicamentos), llevar objetos conocidos o significativos, informar al entorno (hoteles, familiares) sobre la situación.

Prevención de desorientación

En espacios abiertos o nuevos, puede aumentar el riesgo de que la persona se desoriente. Algunas precauciones que se pueden tener son: colocar pulseras o colgantes de identificación y no dejar sola a la persona en entornos desconocidos.

Cuidados médicos y medicamentos

Revisar que: los medicamentos estén bien conservados (algunos pueden alterarse con el calor), no se suspendan las visitas médicas si son necesarias y se tenga un botiquín preparado si se sale de viaje.

Estimulación cognitiva adaptada

El verano puede ser una buena oportunidad para realizar estimulación cognitiva en el propio domicilio a través de actividades adaptadas y adecuadas a la fase de la enfermedad y también para realizar actividades significativas como: Leer o mirar fotos familiares en un entorno relajado, hacer manualidades o juegos tranquilos, escuchar música que le resulte familiar o reconfortante…

Conclusión

Estas pequeñas recomendaciones pueden ayudar a pasar el verano de forma tranquila, manteniendo un entorno predecible, seguro y afectuoso y con pequeñas adaptaciones, se puede disfrutar del verano.

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