Para todos nosotros nuestro hogar es el lugar donde nos sentimos cómodos y seguros. El lugar donde compartimos momentos importantes con las personas que forman parte de nuestra vida.
A lo largo de los años vamos
acondicionando nuestra vivienda según nuestros gustos, preferencias y
necesidades.
Estas necesidades van cambiando, por
ejemplo con la aparición de los hijos y a medida que éstos crecen, pero también
varían por otros factores como el envejecimiento y el propio estado de salud.
Por eso es necesario ir haciendo cambios de
manera paulatina para cubrir esas nuevas necesidades.
Y seguramente pensaréis con
horror…. ¿y hacer una obra en casa con lo que eso supone? ¡Que no cunda el
pánico!
Y es que no siempre es necesario
hacer una obra para conseguir un hogar un poquito más seguro.
Por eso, el objetivo de este post es daros unos pequeños consejos que os ayuden a adaptar vuestra casa de manera sencilla.
¡Empezamos!
- Uno de los aspectos más importantes es cuidar la iluminación. Todas las estancias de la vivienda deben contar con buena luz natural y artificial, cuidando que existan cortinas y/o persianas que permitan evitar deslumbramientos en las horas de más sol.
- Evitar la sobrecarga de muebles. Cuanto más
diáfanos sean los espacios, menor riesgo de caídas tendremos.
- Retirar alfombras y evitar que existan cables en
el suelo, ya que estos elementos también favorecen las caídas.
- Mantener la vivienda limpia y ordenada. Está
comprobado que una casa ordenada genera menos estrés y además nos facilita el
movimiento y la realización de actividades por la misma.
De manera general, estos pequeños
consejos nos van a permitir vivir nuestra casa de una manera más segura, pero
si queréis saber más no os perdáis el siguiente post, en el que hablaremos
sobre ejemplos de adaptaciones más específicas.
¡Nos leemos!
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