lunes, 1 de junio de 2020

SIGNOS DE ALARMA EN LA ENFERMEDAD DE PARKINSON


La enfermedad de Parkinson (EP) es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente tras la enfermedad de Alzheimer, y supone un impacto muy importante en la calidad de vida de los pacientes, así como en la de los cuidadores desde el diagnóstico.

Por este motivo, el diagnostico precoz es muy importante: cuanto antes se diagnostique la enfermedad, antes se comenzará con el tratamiento y antes se aprenderá a convivir con todos los síntomas que se producen.

La enfermedad de Parkinson genera un conjunto de síntomas y de signos que, en muchos casos no generan dificultades en la vida cotidiana de las personas, pero en otros provoca unas limitaciones a nivel físico, funcional, emocional y social importantes, condicionando la vida en todos los sentidos.

La enfermedad de Parkinson se caracteriza por la falta de producción de una sustancia química en el cerebro llamada dopamina, la cual es responsable de los movimientos del cuerpo y de regular también el estado de ánimo.

Muchos de nosotros asociamos el Parkinson con temblores en las manos, pero hay que aclarar que el temblor no es el único síntoma y que no todos los enfermos tienen temblor.

Existen una serie de síntomas tempranos que, por sí solos no son indicadores de padecer la enfermedad, pero si aparecen dos o más en la misma persona es recomendable consultar con el médico para realizar las pruebas necesarias para diagnosticar o descartar la enfermedad.

Estos signos son:
  • Pérdida del olfato. Problemas para oler ciertos alimentos como tomates, pepinillos en vinagre, o canela. No confundir con una pérdida del olfato transitoria derivada de un resfriado o congestión.
  • Rigidez muscular. Dificultad para caminar o moverse. Cuando los brazos no se mueven al andar o los pies se “pegan” al suelo o la rigidez no desaparece con el movimiento.
  • Temblor. Temblores o contracciones en las extremidades, principalmente cuando aparecen en reposo.
  • Letra más pequeña de forma repentina. 
  • Problemas de sueño (movimientos repentinos durante el sueño profundo).
  • Estreñimiento no relacionado con un cambio de dieta o medicación.
  • Voz baja. Si desciende drásticamente el volumen de la voz sin estar resfriado o tener problemas de oído.
  • Falta de expresión facial (aspecto de máscara), al igual que la pérdida del parpadeo.
  • Mareo o Desmayo. Pueden ser síntomas de presión arterial baja la cual puede estar relacionada con la enfermedad de Parkinson.
  • Encorvamiento de la espalda que provoca que el cuerpo se incline hacia adelante.

Si, como hemos indicado habéis notado dos o más de estos signos últimamente, acudid cuanto antes al médico.

Por último, no olvidéis que existen organizaciones que trabajan a diario para ayudar a estos enfermos y sus familias, siendo AFAV es una de ellas.

Así que recordad, NO ESTÁIS SOLOS, siempre habrá alguien dispuesto a ayudaros.

Fuentes: Parkinson’s Foundation; Informe de la Fundación del Cerebro sobre el
impacto social de la enfermedad de Parkinson en España (Neurología Volume 31, Issue 6, July–August 2016, Pages 401-413).

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